Con un teatro colmado, el Peronismo Federal realizó ayer el seminario "Federalismo y Desarrollo con equidad social. Una mirada al futuro", el Lic. Eduardo Amadeo fue uno de los disertantes.
Argentina no ha podido resolver el problema de la pobreza, a pesar del ocho por ciento de crecimiento económico que registró en los últimos seis años, dijo el diputado nacional Eduardo Amadeo,
quien advirtió: "con el crecimiento no alcanza".
El legislador por el
Peronismo Federal instó a "ponernos de acuerdo para crecer de manera estable pero sin inflación, pero para eso
hay que salir y no encerrarse en Olivos; garantizar un ingreso mínimo, y
trabajar para saldar la enorme deuda que existe en educación y salud".
El diputado nacional estuvo ayer en Paraná, invitado por el presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos,
Jorge Busti, para participar del el seminario
"Federalismo y Desarrollo con equidad social. Una mirada al futuro", junto con el economista
Jorge Sarghini.
Amadeo valoró la oportunidad, ya que
"nos permite hablar con la gente sobre temas que Sarghini y yo manejamos".
Pobreza, un problema estructural
Para el legislador, la pobreza tiene causas que no se pueden obviar: "Argentina arrastra una situación de pobreza desde hace muchos años, casi me remontaría a los años ´70. Pero esa situación se ha ido empeorando, a medida que
las crisis económicas, la inflación y otros factores han castigado a los más pobres.
Lamentable, las principales víctimas en este contexto son ellos porque no pueden defenderse: no pueden salir a comprar dólares, no tienen plata guardada ni ahorros de ninguna naturaleza. Esta es una situación que además explica que las políticas sociales no resuelven la pobreza.
A pesar que el PBI creció un ocho por ciento en los últimos seis años, la pobreza continúa".
Amadeo recordó que en nuestro país
"hay cuatro millones de personas que viven en la indigencia absoluta, es decir, no juntan lo necesario para vivir, en tanto hay ocho millones más que están muy cerca de la línea de pobreza, en situación muy vulnerable.
¿Qué ha pasado en estos seis años?"
"¿Por qué el gobierno de los Kirchner (Néstor y Cristina) no ha sido capaz de invertir recursos para revertir esta situación? Mi opinión es que no le han prestado atención a la inflación, lo que ese evidente para los argentinos no lo es para ellos; este es un error de política grave que costará mucho y
dejará millones de pobres de acá a fin del año que viene si la inflación continúa con este ritmo".
Educación y salud, temas pendientes
Para el diputado, otro problema del gobierno nacional es "la aplicación de políticas sociales dispersas, poco estratégicas. Basta advertir que sigue aumentando la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan. Un chico que abandona la escuela al terminar la primaria o en la mitad de la secundaria tiene sellada su vida: jamás conseguirá un trabajo de calidad.
No hemos visto una política realmente inclusiva y de grandes inversiones para la educación de esos chicos, por lo que muchos se van de la escuela porque no les interesa".
"La salud es otra de las grandes deudas de este gobierno", reclamó
Amadeo, quien señaló que "más del 50 por ciento de los argentinos no tiene acceso a seguros de salud. No se trata sólo de ir al hospital: cuando no se tiene acceso a una obra social,
no hay acceso a programas preventivos, y por lo tanto, cuando va al hospital es tarde".
La brecha entre ricos y pobres
"La brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande", dijo el legislador, quien opinó que
"por presión de la oposición y después de seis años, el gobierno tomó una primera medida que aplaudo, que es la Asignación Universal por Hijo. Ese dinero permite a las familias más pobres a tener una ayuda". Sin embargo aclaró que
"si bien es un avance en cuanto a política social, no termina de ser universal porque deja afuera a aquellos hijos mayores de 18 años y a las familias pobres que no tienen hijos".
Para
Amadeo, las políticas sociales "poco pueden hacer en un marco económico de inestabilidad y situación de pobreza. Argentina viene empobreciéndose desde los años ´70. Si se observan las cifras, en 1976, luego de
Alfredo Martínez de Hoz, la pobreza comenzó su escalada, y la informalidad laboral fue cada vez más grave. A eso hay que sumarle una crisis cada cinco años, lo que agrava la situación y genera cada vez pobres".
El licenciado en Economía opinió que para revertir este proceso "lo primero que hay que hacer es
tomar conciencia de que el tema de la estabilidad debe ser un objetivo central. Hay que entender lo que les pasó a algunos vecinos nuestros, como por ejemplo
Chile y Brasil, que comprendieron que
es mejor crecer sin inflación al cuatro por ciento durante 20 años, que crecer un ocho por ciento en tres para que después inevitablemente tengamos un golpe de inflación".
"El problema central es que la combinación de
gasto imparable, agotamiento de fuentes financieras, inflación y agresión política, están escalando las expectativas negativas, con su conocido correlato de fuga de capitales, cierre de financiamiento y conflictos sociales".
Sin embargo consideró que "si el gobierno reconociese esta ecuación y, en lugar de la
negación patológica intentase desarmar expectativas negativas con propuestas racionales, no sólo lograría apoyo político, sino que el costo sería mucho menor para él.
No hay fórmulas mágicas y neutrales para reducir las expectativas, lograr financiamiento y bajar la inflación, pero en este punto, debemos intentar
un proceso de reversión paulatina de las expectativas y desarmado de los conflictos".
Para el diputado nacional
Eduardo Amadeo, "el gobierno debe traer al Congreso una propuesta de presupuesto que sea financiable, compartiendo lo que falta financiar y cuáles son las ideas reales al respecto; explicitar sus
expectativas fiscales y monetarias a lo que resta de su mandato, y sobre esa base proponer un programa de
metas de inflación;
revisar los subsidios en función de
su nivel de equidad; proponer un programa paulatino -pero inamovible-de
regularización de la situación fiscal de las provincias; recortar todos los
gastos superfluos; entrar en la discusión parlamentaria del
Indec y aceptar la discusión sobre el
uso de las reservas".
"Pero además, si como parte del paquete, la presidenta (
Cristina Fernández) cambiase su discurso, y pusiese el largo plazo como una propuesta hacia la ciudadanía, aceptando errores y abriendo el diálogo, el impacto sobre los mercados sería tan fuerte que aliviaría la carga financiera que hoy tiene. Lamentablemente, hoy
no tenemos diálogo, y
tampoco tenemos información porque el gobierno nos la retacea. El día que tengamos información podremos dialogar".
Fuente: AIM Digital