Con esos resultados, el Gobierno, que además perdió las elecciones legislativas en los principales distritos del país, pierde el control sobre ambas cámaras y la hegemonía que tuvo en el Congreso en los últimos años.
El festejo. Pasadas las 23.30 y con más del 40 por ciento de las mesas de Buenos Aires escrutadas, De Narváez aseguró que los resultados demustran que "se ha derrotado a la vieja y mala política".
"Varias veces dije que si no nos dividíamos, un día íbamos a cambiar la historia, y ese día es hoy", dijo un exultante De Narváez mientras los militantes reunidos en Costa Salguero lo vivaban al grito de "Colorado, colorado".
Enseguida, habló a futuro. "Vamos a trabajar con nuestra convicción, seremos inflexibles sosteniendo lo que hemos dicho a lo largo de la campaña", aseguró. Y completó con una alusión al campo: "Vamos a trabajar para bajar a esos precios, generar ese primer empleo para esos jóvenes que los están buscando, vamos a defender al verdadero capital nacional y a todos los productores del campo. Vamos a trabajar para que cada delito tenga un castigo", completó.
Tras las diferencias con Felipe Solá que dominaron la primera parte de la campaña, De Narváez elogió al ex gobernador. "Ha sido una larga campaña. Quiero agradecerle a Felipe el haber sumado en la forma en la que lo hizo".
Cuando llegaron los halagos para Mauricio Macri, el grito de los militantes no se hizo esperar. "Se siente se siente, Mauricio presidente" cantaron eufóricos. De Narváez habló del jefe de gobierno ya como un presidenciable. "Gracias a Mauricio por liderar un espacio que aspira a comprometernos con el futuro", exclamó.
A su turno, el jefe de gobierno se dirigió a Cristina Kirchner. "A nuestra Presidenta, con todo respeto, quiero decirle que espero que haya escuchado el mensaje de los argentinos, y que convoque a partir de mañana a dialogar", pidió.
Silencio y caras largas. Cerca de las 22, se supo que Daniel Scioli había suspendido una conferencia de prensa que se esperaba en el Hotel Intercontinental, donde se montó el comando oficialista. El dato coincidió con un brusco cambio de ánimo en el búnker, que pasó de los festejos a la preocupación. En este clima, trascendió que el Gobierno habría pedido al correo que se empezaran a ingresar datos de zonas más favorables al oficialismo.
Justamente, a las 22.30, voceros de la Casa Rosada consultados por lanacion.com intentaron justificar la diferencia en favor de De Narváez en que los primeros datos procesados corresponden a los distritos rurales, en los que se daba por descontado un triunfo de Unión Pro. Pasada la medianoche, reinaba el silencio en el comando oficialista.
Antes, alrededor de las 20, cuando todavía no había números oficiales, Aníbal Fernández había sido el portavoz del triunfalismo de la Casa Rosada. "Los resultados son positivos. Creo que la diferencia se va a ampliar. Para nosotros fue una excelente elección", aseguró el ministro de Justicia.
Todos adentro. Poco antes de las 20, Kirchner llegó al Intercontinental fuertemente custodiado. Antes lo había hecho el piquetero Luis D´Elía, a pie y en medio de un enjambre de cámaras y micrófonos. La Presidenta, que esta mañana votó en Santa Cruz, se reunió con su marido en el hotel unos minutos más tarde.